¿Sabes cómo organizar las sesiones de batch cooking para aprovechar al máximo el tiempo que les dedicas? Si sigues leyendo estas líneas te voy a dar 7 consejos para que cocinar para toda la semana no te produzca la misma pereza que quitar el árbol de navidad.
Antes de nada, ¿sabes qué significa este término o es nuevo para ti? Batch cooking o, lo que es lo mismo, cocinar por lotes, supone cocinar en 2 ó 3 horas y dejar preparado el menú de toda la semana.
De esta forma conseguimos:
- 0 preocupaciones: En cuanto al menú de la semana, al tenerlo todo cocinado sólo hemos de calentar y comer.
- Ahorro de tiempo para cocinar: Aprovechando todo lo que tengamos disponible en nuestra cocina (3 ó 4 fuegos, microondas, horno, robot de cocina…)
- Ahorro de tiempo para limpiar la cocina: Ya que no es lo mismo limpiar a fondo una vez hecha la sesión que tener que limpiarla todos los días después de cocinar.
- Llenar la cocina de buenas opciones: Llenarla de color, de verduras, legumbres y buenas proteínas. Decimos adiós a las opciones más insanas si tenemos menú preparado.
¿Y cómo podemos embarcarnos en este mundo? Habrá a quien le parezca misión imposible pero por aquí os dejo unos tips que lo van a hacer mucho más sencillo:
1. Planifica el menú de tu sesión de batch cooking
Siéntate delante del ordenador o un papel y lápiz y decide lo que vais a comer la próxima semana, o mejor aún, decide qué vais a comer en las próximas 2 semanas, así ya tendrás un menú para la próxima quincena.
También puedes hacer una lista de la compra inversa, y decidir el menú en base a ella.
2. En base al menú planificado redacta la lista de la compra
De esta manera se ahorra dinero porque no se desperdicia ningún alimento, todo lo que vamos a comprar lo vamos a cocinar o utilizar.
Y además no nos volvemos locos en el supermercado y llenamos el carro con alimentos que no sabemos cuándo vamos a consumir. No te lo creerás pero nosotros, desde que incorporamos el batch cooking a nuestras vidas no tiramos comida.
Prioriza productos de temporada
De esta manera los productos que consumimos están más frescos, más sabrosos y más económicos.
- Consume producto local
Que sí, que vale que tenemos un antojo y nos podemos dar un capricho, pero no me digas que no prefieres comerte un aguacate de Málaga y no de Costa Rica. Y que conste que yo no tengo nada en contra de los aguacates de Costa Rica, pero me los comeré más a gusto cuando esté por allí de viaje.
Pensemos en la huella de carbono que producimos por llenar nuestro plato, que sea más pequeña que grande, ¿no creéis?
- Busca un hueco de 2-3 horas
Manda a tu pareja al parque con los niños, a casa de los abuelos, a la piscina…. O pon la tele, que seguro que te dejan tranquila un rato (con los míos, al menos, funciona) y ponte manos a la obra a cocinar.
- Organiza tu espacio
En función del espacio que tengas en tu cocina podrás dejar más o menos productos a mano, para no tener que abrir mucho la nevera o los armarios durante la sesión de batch cooking.
Yo me cambié de casa hace un año y ahora tengo una encimera bien grande, en un lado dejo toda la verdura que voy a utilizar (cuando llego de la compra la lavo, la seco y la guardo ya limpia en la nevera, eso me ahorra tiempo en la sesión) y las especias cerca de la placa de inducción. En la anterior cocina que era más pequeña me apañaba con una mesita auxiliar.
- Organiza tu hoja de ruta
Con ella sabrás lo que has de cocinar, en qué momento y en qué fuego o electrodoméstico. (Te pongo un ejemplo: En un fuego cuezo huevos, en otro arroz, en otro un curry de lentejas, en el microondas un brócoli al vapor y mientras tanto preparo un pesto de albahaca con la batidora) De esta forma evitarás tiempos muertos durante la sesión de batch cooking.
3. Estamos ya en faena, ¿verdad?
Os paso a enumerar unos consejos para economizar tiempos en estas 2-3 horas:
- Haz raciones dobles
No hace falta comer lo mismo todos los días pero podemos preparar una ración doble de crema de verduras o de pollo en salsa y guardar una ración en la nevera y otra en el congelador. Y comerla pasados unos días o semanas.
- Cuece huevos
Puedes cocer un montón al mismo tiempo y son un snack muy saludable, puedes enriquecer una ensalada, acompañar un hidrato… Son una fuente de proteína de muy alta calidad
- Prepara un hidrato con el que completes tu plato
Puede ser patata cocida, arroz blanco, integral… lo que más os apetezca esa semana. Os aseguro que tener este hidrato ya cocinado a mano es una liberación, por no hablar de que una vez enfriado si se vuelve a calentar pasadas 24 horas (lo cual vamos a hacer porque cocinamos un día y comemos varios) se ha generado almidón resistente, un súper alimento para las bacterias de nuestro intestino, son todo ventajas.
4. Una vez cocinado el menú hay que dejarlo atemperar
Siempre con un papel de cocina por encima para evitar que le caiga algún bichillo y guardarlo convenientemente para que nos aguante toda la semana.
Siempre recipientes herméticos, bien de plástico o de cristal, y llenarlos hasta 2/3 partes si lo vamos a meter al congelador, e incluso más lleno si lo vamos a dejar en la nevera.
¿Y por qué? Pues porque el aire que queda entre la comida y la tapa lleva oxígeno, y el oxígeno es vida. Así que cuanto menos aire menos oxígeno y más nos van a aguantar nuestros platos.
5. Organiza tu menú en función de los tiempos de conservación de los alimentos en la nevera
Si los metes al congelador no has de tener en cuenta estos tiempos.
Primero: Huevos, pescado y mariscos
Este tipo de proteína animal tiene un tiempo de conservación corto, 24 – 48 horas
Además, es conveniente cocinarlos poco en la sesión de batch cooking para que cuando lo volvamos a calentar a la hora de consumirlo no se nos quede reseco.
Segundo: Carnes blancas
A continuación, y salvo que lo guardemos en el congelador, tendremos que consumir las carnes blancas, es decir, pollo, pavo y conejo. Podemos consumirlo en 2 – 3 días
Tercero: Carnes rojas
Si bien la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición nos aconseja un consumo moderado de este tipo de carne , hemos de tener en cuenta que es una de las fuentes más ricas en hierro, además de vitaminas como la niacina, B1, B2, B12, D, tiamina y riboflavinas.
Algunas son la carne de vacuno, buey, caballo, carne de caza.
El cordero depende de la edad del animal y el cerdo va en función de la parte del cuerpo que se consuma (el lomo, por ejemplo, se considera carne blanca)
Su consumo se puede realizar en los siguientes 3 – 4 días
Cuarto: Legumbres
Garbanzos, lentejas, alubias, guisantes, habas… Ricas en almidón, en fibra, en proteína vegetal… no pueden faltar en nuestro menú semanal, ya sea en forma de guisos o de patés vegetales. Bien conservados aguantan toda la semana en la nevera.
6. Congela rápido y descongela despacio
Mucha gente dice que se nota cuando un alimento ha sido congelado. Pero no es así, se nota cuando un alimento no ha sido correctamente congelado o descongelado. Para hacerlo bien has de tener el congelador a una temperatura muy baja, yo lo tengo a -20º, y si tiene un botón de ultra congelación lo puedes pulsar unas horas antes, todo ello con el fin de tener una congelación rápida y que el agua de los alimentos forme cristales de hielo pequeños que no rompan su estructura.
Y a la hora de descongelar sácalo un día antes del congelador y mételo a la nevera (pon un plato debajo para recoger el agua que suelte). Así conseguirás una descongelación uniforme y lenta que va a hacer que los alimentos no pierdan su textura.
Creo que no me dejo nada para que tengas una sesión de batch cooking sencilla y productiva. Y si quieres tener más ideas e inspiración pásate por mi blog, donde cada semana muestro cómo llenamos nuestra cocina de buenas opciones.
Me encantaría iniciarme en este tipo de cocina pero empiezo de cero, no lo he hecho nunca. Dónde puedo buscar recetas?
En este mismo blog tiene cientos de ellas, echa un vistazo y ya verás como te vas animando